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Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos [7 de junio de 2025]. Antonio Carazo, Product Manager para España & Portugal en Pieralisi nos da a conocer qué es la separación centrífuga y cómo actúa como garantía de higiene, seguridad alimentaria y sostenibilidad industrial.
Cada año, el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, impulsado por la ONU y la OMS, pone de relieve la importancia de proteger la salud pública a través de prácticas seguras en toda la cadena alimentaria. En este contexto, los sistemas industriales de procesamiento juegan un papel clave. Garantizar la inocuidad de los alimentos no es solo un imperativo normativo, sino una responsabilidad compartida que comienza en el diseño y operación de los equipos utilizados.
La separación centrífuga desarrollada por Pieralisi permite asegurar entornos de producción más higiénicos, controlados y sostenibles. Presente en sectores como el de los zumos, vinos, productos lácteos o aceites vegetales, esta tecnología facilita la extracción y clarificación de ingredientes, reduce contaminantes y minimiza la manipulación directa del producto, disminuyendo así los riesgos de contaminación cruzada.
Estos sistemas están fabricados con materiales como el acero inoxidable y cuentan con superficies higiénicas que reducen la proliferación bacteriana. Su integración en sistemas de limpieza automática (CIP) permite mantener elevados niveles de higiene sin necesidad de desmontajes, reduciendo a su vez el consumo de agua, detergentes y energía. En un sector donde cada detalle cuenta, la ingeniería aplicada a la higiene es una de las primeras barreras de protección de la salud del consumidor.
Para este tipo de transformaciones, se requieren sistemas de separación robustos y precisos que permitan trabajar en dos o tres fases, garantizando la obtención de productos homogéneos, seguros y trazables. La experiencia acumulada en la separación de grasas, la producción de harinas de origen animal o el tratamiento de la sangre demuestra que no solo mejora la calidad y seguridad del producto final, sino que también reduce el volumen de residuos, los costes operativos y disminuye el impacto ambiental.
En el mundo actual, la preocupación por el medio ambiente va ganando terreno, hasta el punto de que los procesos de reutilización y aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria se han convertido en una prioridad para los ciudadanos.
Y es que, la mayoría de los residuos obtenidos de los subproductos de origen animal se pueden transformar en materiales con valor de mercado. De hecho, aquellos derivados de la elaboración de la carne y el pescado se pueden transformar en productos para aplicaciones farmacéuticas, cosméticas y alimentarias.
Por ello, la separación centrífuga de Pieralisi abre nuevas posibilidades en este ámbito al permitir una gestión eficiente de los materiales residuales garantizando la obtención de productos homogéneos, seguros y trazables, que pueden reincorporarse a nuevas cadenas productivas.
Este es el objetivo que persigue el enfoque “Circular Thinking” de Pieralisi: promover el residuo cero y la valorización de subproductos. De este modo, las industrias no solo se adaptarán a las exigencias actuales de sostenibilidad, sino que liderarán el cambio hacia una producción más limpia, eficiente y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.