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Muchos hablan de transformar, pero pocos lo logran. Más que la tecnología, es la cultura interna la que marca la diferencia. Por Jorge Mas, CEO de CrearMas.
Innovar está en boca de todos. En charlas, titulares, congresos y discursos de equipo. Pero en la práctica, muy pocos lo consiguen. ¿Por qué?
Según el Capgemini Research Institute, el 75% de las organizaciones considera que la innovación es fundamental para afrontar los desafíos del contexto actual. Sin embargo, solo el 22% de los retailers afirma que sus iniciativas están generando resultados reales. La brecha entre intención y ejecución sigue siendo enorme.
Yo lo he vivido de cerca. Acompañando a más de 500 tiendas en sus procesos de transformación desde mi consultoría CrearMas. Y te lo digo con total claridad: el mayor freno no es externo, es interno. No es Amazon, ni la inflación, ni las plataformas chinas. Es el miedo. La inercia. La falta de tiempo, de método, de formación o de visión.
Hace unos días, lancé una encuesta en LinkedIn con esta pregunta directa: ¿Qué frena más la innovación en retail hoy? Los resultados fueron muy reveladores: el 56% respondió: miedo al cambio; el 21%: no tener un método claro; el 12%: falta de tiempo y el 12%: equipos sin formación. Y tú, que estás leyendo esto… ¿en cuál te ves reflejado?
Porque todos lo hemos sentido. Innovar implica riesgo. Supone tocar procesos que “más o menos funcionan”. Implica poner en duda lo que nos ha traído hasta aquí. Pero también es la única forma de seguir avanzando.
A veces pensamos que innovar es lanzar una app, rediseñar toda la tienda o invertir miles de euros en tecnología. No estoy de acuerdo. Innovar también es probar un nuevo escaparate, cambiar la manera de atender, introducir un nuevo servicio, crear contenido útil en redes, escuchar mejor al cliente. Es tener método. Es medir, ajustar, aprender. Es moverse.
Y sobre todo, innovar es responsabilidad de todos, no solo de quien lleva la etiqueta de “dirección”. Un equipo formado, curioso y emancipado puede ser el mayor motor de cambio para una tienda. Pero si ese equipo no recibe formación, ni tiempo, ni confianza… difícilmente innovará.
Lo decía Peter Drucker: “la cultura se come a la estrategia para desayunar”. Y en retail, la cultura de cada tienda (su gente, sus dinámicas, sus miedos) es lo que define su capacidad real para transformarse. ¿Queremos un retail más competitivo, más relevante, más vivo? Pues empecemos por dentro.
Innovar no es una opción. Es una necesidad. Pero también es una actitud. Una forma de pensar, de trabajar y de liderar. Y la buena noticia es que está al alcance de todos. Solo hace falta dar el primer paso.