por Retail Actual 25 de junio, 2025
< Volver

El sector cárnico muestra su preocupación ante la petición de varios países, entre ellos España, a la Comisión Europea para que desarrolle perfiles nutricionales (nutrient profiles) en un supuesto marco normativo de declaraciones nutricionales y de propiedades saludables.

El reciente impulso de Bulgaria, Estonia, Finlandia, Países Bajos y la propia España para que la Comisión Europea desarrolle perfiles nutricionales (nutrient profiles) en un supuesto marco normativo de declaraciones nutricionales y de propiedades saludables ha activado la preocupación en el sector cárnico español.

“Resulta sorprendente y muy preocupante, que este debate se esté produciendo en el seno del Consejo de ministros de Agricultura (AGRI), cuando lo lógico habría sido abordarlo, en todo caso, en el Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores de la UE. No podemos entender cómo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) español se presta a respaldar aparentemente una iniciativa que, de concretarse en los términos sugeridos, tendría consecuencias gravísimas para la industria cárnica española” manifiesta el director general de Anice, Giuseppe Aloisio.

Perfiles nutricionales de los productos cárnicos procesados

Ahora, la nueva propuesta de desarrollo de perfiles nutricionales como condición previa para realizar alegaciones en el etiquetado puede suponer la prohibición generalizada de cualquier declaración nutricional y/o de propiedades saludables en los productos cárnicos procesados.

Los perfiles nutricionales contribuyen a establecer diferencias entre alimentos ‘buenos’ o ‘malos’ en función del cumplimiento de determinados parámetros -como el contenido de sal o grasa-, y son un elemento susceptible de allanar el camino a la adopción de políticas y normativas restrictivas y claramente negativas para los productos que no se ajustan a dichos perfiles, como tasas e impuestos a productos considerados poco saludables, aumentos del IVA o limitaciones en su comercialización.

A modo de ejemplo, la sal es un ingrediente básico en la elaboración de productos cárnicos, ya que desempeña diferentes funciones como el sabor y la conservación, limita el desarrollo de bacterias patógenas y garantiza la seguridad alimentaria del producto.

 

Es el ingrediente más crítico en la elaboración de productos cárnicos curados después de la carne, por lo que llevar a cabo una reducción del contenido en sal puede tener consecuencias negativas tanto de tipo tecnológico, dado que la sal afecta a las propiedades físico-químicas y organolépticas de este tipo de productos, como de tipo higiénico-sanitario.

Por tanto, queda patente que la sal no es simplemente un mero condimento en la elaboración de derivados cárnicos, sino un ingrediente que asegura tanto la seguridad alimentaria de los productos, como la consecución de los estándares de calidad establecidos. La industria cárnica lleva años apostando por su reducción, con nuevas formulaciones también para la grasa, pero hay límites tecnológicos, en el caso de la sal, que no se pueden alterar porque se compromete el umbral de seguridad alimentaria para los consumidores.

"De aplicarse en el contexto de la UE, nos veríamos ante una posible exclusión injustificada y discriminatoria de productos tradicionalmente seguros, de alta calidad nutricional y reconocido valor cultural. Desde el sector cárnico apoyamos decididamente una mejora del sistema de etiquetado que contribuya a una mayor transparencia, en beneficio del consumidor", explican desde Anice. 

Etiqueta nutricional en los productos cárnicos

Sin embargo, rechazamos firmemente la introducción de restricciones carentes de una base científica sólida y que puedan distorsionar la libre competencia o dificultar el acceso de nuestros productos a los mercados internacionales.

“A tal fin, reclamamos una reflexión urgente y rigurosa por parte de las instituciones comunitarias y de los Estados miembros y una reacción coordinada con otros sectores que tampoco se libran de esta peligrosa iniciativa, como el lácteo, conservas de pescado, aceites y zumos, entre otros.

Con este tipo de iniciativas se vuelve a cuestionar injustamente la reputación del sector cárnico “sentándonos en el banquillo de los acusados”, poniendo en entredicho el valor nutricional de sus productos, reconocidos por su calidad y papel dentro de una dieta equilibrada.

El etiquetado alimentario debería estar al servicio de la información veraz y comprensible para el consumidor, no de criterios arbitrarios que ponen en riesgo a sectores enteros de la cadena alimentaria europea y pilares básicos de la dieta mediterránea”, añade Aloisio.

Si te ha parecido interesante, puedes suscribirte a nuestros newsletters

Noticias relacionadas

comments powered by Disqus

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas o videos vistos). Puedes obtener más información y configurar sus preferencias.

Configurar cookies

Por favor, activa las que quieras aceptar y desactiva de las siguientes las que quieras rechazar. Puedes activar/desactivar todas a la vez clicando en Aceptar/Rechazar todas las cookies.

Aceptar/rechazar todas
Cookies Analíticas

Cookies que guardan información no personal para registrar información estadística sobre las visitas realizadas a la web.

Cookies de Marketing

Cookies necesarias para determinadas acciones de marketing, incluyendo visualización de vídeos provenientes de plataformas como Youtube, Vimeo, etc. y publicidad de terceros.

Cookies de Redes Sociales

Cookies relacionadas con mostrar información provenientes de redes sociales o para compartir contenidos de la web en redes sociales.