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Aimplas lidera el proyecto Deconwaste, una iniciativa pionera que busca mejorar el reciclado de envases plásticos para garantizar su uso seguro en contacto con alimentos.
En un contexto donde la sostenibilidad y la economía circular son prioridades clave en el sector del plástico, Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, lidera el proyecto Deconwaste una iniciativa de I+D aplicada que tiene como objetivo desarrollar nuevas tecnologías para mejorar el reciclado de envases de plástico, especialmente poliolefinas, y garantizar su uso seguro en contacto con alimentos.
El proyecto se centra en el desarrollo de procesos avanzados de descontaminación, siguiendo los requisitos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, Efsa, para transformar residuos plásticos posconsumo en materiales reciclados aptos para aplicaciones alimentarias. A diferencia del PET, las poliolefinas presentan mayores desafíos técnicos por su complejidad química, la presencia de aditivos y la dificultad para identificar su origen alimentario tras su uso.
“Es necesario avanzar en nuevas metodologías que aseguren la eficacia de la descontaminación y permitan el cumplimiento normativo, garantizando a la vez la protección del consumidor”, explica Adrián Morales, investigador en reciclado mecánico de Aimplas. Deconwaste busca precisamente responder a estos retos, desarrollando tecnologías que den viabilidad industrial al reciclaje seguro de estos materiales.
El proyecto cuenta con la colaboración de las empresas Acteco, Spberner y Picda, que participan en la validación de las soluciones desarrolladas. Además, Deconwaste está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 8, 9 y 12) y está financiado por el Ivace+i a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación (convocatoria 2024), con cofinanciación del Feder.
Desde AIMPLAS destacan que esta investigación permitirá superar uno de los principales cuellos de botella del reciclaje de poliolefinas, facilitando su incorporación en nuevos envases y productos alimentarios, algo hasta ahora limitado por barreras técnicas y normativas.
Con esta iniciativa, AIMPLAS refuerza su papel como referente tecnológico en sostenibilidad, apoyando a la industria —especialmente a las pymes— en la transición hacia una economía circular, segura y alineada con los marcos regulatorios europeos.