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El objetivo de Logroño a Domicilio es ser el enlace entre el comercio y hostelería local de esta capital y el cliente final, como una opción más, pero dando un servicio mucho más cercano, de confianza y, sobre todo, que cuida el producto que se transporta y la entrega al cliente.
Logroño a Domicilio busca un cálculo más real del tiempo de reparto, la opción de reparto exprés, una temperatura óptima del producto en todo el transporte y unas buenas condiciones de entrega siempre cumpliendo a rajatabla las normativas sanitarias.
“Actualmente, junto con Flavio Fernández, uno de los socios, trabajan cuatro repartidores que están dados de alta desde la propia empresa, rompiendo el tópico del falso autónomo de otras plataformas. Nuestros trabajadores se rigen, además, por el convenio de hostelería. Es necesario que tengan todos sus derechos y el contrato más acorde porque son lo más importante para que todo salga bien” explica Marta Capellán, la otra socia de Logroño a domicilio que, actualmente, cubre la zona de Logroño, Lardero, Villamediana, Varea y, también, Alberite.
En el comercio, por ejemplo, existen dos formas de reparto: exprés o pedido planificado. La diferencia, las horas que tardará en llegar, pero siempre dentro del mismo día. “Si necesitan entrega rápida, actuamos como en el caso de un restaurante y en apenas 20 minutos está en el domicilio del cliente” explican.
Actualmente, desde que comenzaran su andadura a principios de diciembre, llevan más de 1000 entregas realizadas, cifras que esperan mejorar cuando finalice el diseño de la app y puedan incluir al cliente final como uno de los solicitadores de servicio.
Además, quieren apostar por ser un servicio sostenible, con más del 70% de su flota compuesta por motos eléctricas tan pronto sea viable y con la puesta en marcha de su aplicación.
