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Trapa, uno de las principales fabricantes de productos de chocolate y cacao en España, ha sido la única firma española en participar en esta reunión junto a referentes internacionales como Maison Pierre Marcolini y Mondelez. El consejero de Presidencia de Trapa, César Otero, defendió el papel de las pymes y pidió una normativa europea más ágil y equitativa.
La mesa redonda “El cacao en crisis, El sector del chocolate en Europa y los desafíos del EUDR" – impulsada por los eurodiputados Raúl de la Hoz y Christine Schneider- ha contado con la participación de la empresa española Chocolates Trapa. El Parlamento Europeo ha querido escuchar la experiencia de la compañía palentina en un entorno dominado por grandes multinacionales como Mondelēz —compañía estadounidense propietaria de marcas como Oreo, Milka, Toblerone y Cadbury, y uno de los líderes mundiales en la industria de snacks y confitería con presencia en más de 150 países— y marcas de alta chocolatería como Maison Pierre Marcolini —firma belga reconocida internacionalmente, referente en el segmento de lujo y chocolatería de autor—.
La presencia de Trapa refuerza su creciente papel como actor clave del sector en Europa. El acto también ha reunido a otros representantes de empresas líderes del sector como Nestlé, Ferrero o Mars además de otros representantes de la Comisión Europea como Paulina Dejmek, jefa de gabinete de la comisaria europea de Medio Ambiente y Resiliencia Hídrica Jessica Roswall, embajadores de diferentes países productores como Perú y periodistas especializados.
Durante el encuentro, César Otero, consejero de Presidencia de Chocolates Trapa, intervino en representación de la compañía. En su exposición, trasladó a las instituciones europeas la preocupación de las pequeñas y medianas empresas ante el aumento de la burocracia derivada de los nuevos reglamentos de la UE. "Pedimos a la Unión Europea que actúe de forma proactiva para mejorar la fluidez del mercado del cacao y que tenga en cuenta el impacto desproporcionado que las nuevas regulaciones pueden llegar a tener sobre pymes como la nuestra", señaló.
La intervención de Trapa ha tenido lugar en un momento especialmente sensible para el sector. El encarecimiento global del cacao ha generado importantes retos para fabricantes y consumidores. Aun así, como destaca Gerardo Fernández Calvo, CEO y presidente de Trapa, "hemos evitado subidas drásticas en nuestros precios para seguir ofreciendo productos excelentes a precios asequibles. Hemos ajustado nuestras tarifas más que otras marcas del sector reafirmando nuestro compromiso con las familias, lo cual ha impulsado nuestras ventas". "Nos beneficiamos de la flexibilidad y la cercanía que supone nuestro carácter de empresa familiar. Podemos ofrecer un trato más directo al cliente y un servicio y una respuesta más rápida", recalca.
Fundada en 1891 por los monjes trapenses de San Isidro de Dueñas (Palencia) y artífice de los primeros bombones que se fabricaron en España en los años 60, Chocolates Trapa inició hace más de una década una nueva etapa marcada por un fuerte impulso de crecimiento. Desde que en 2013 tomara las riendas una nueva propiedad —de capital 100% español—, la chocolatera palentina ha experimentado un crecimiento a doble dígito año tras año y todo apunta a que este impulso se mantendrá firme en el futuro inmediato. En el pasado ejercicio, Trapa experimentó un crecimiento histórico, alcanzando los 61,6 millones de euros de facturación, un 57% más que el ejercicio anterior.
Este avance ha posicionado a la marca entre los principales fabricantes de chocolate en España, tanto en volumen como en proyección de futuro. Actualmente, Trapa figura entre los ocho primeros productores de tabletas y bombones, y aspira a situarse entre los diez mayores del mercado nacional en los próximos años.
Con más de 130 años de historia, la firma chocolatera sigue combinando tradición e innovación desde su fábrica en Palencia. Su participación en este foro europeo marca un nuevo hito en su estrategia de internacionalización y visibilidad institucional, consolidando su voz como representante de la industria chocolatera española ante los grandes desafíos globales del sector.
