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Con el auge del ecommerce, las empresas priorizan almacenes logísticos cercanas a los núcleos urbanos, con buena conectividad y proximidad al consumidor, para garantizar entregas el mismo día o al día siguiente.
El e-commerce sigue impulsando la demanda de espacio logístico y está redefiniendo el panorama de la industria tanto a nivel global como en Europa. Así lo anliza el último informe de Prologis Research, “El boom del comercio electrónico no ha terminado: Implicaciones para la inmologística”,
Según el informe, el comercio electrónico en Europa continental representa una media del 10%, cifra muy por debajo del 32% del Reino Unido, por lo que el margen de crecimiento de esta actividad en países como España es significativo. De hecho, se prevé que esta cifra aumente hasta el 13,4% en Europa y hasta el 14,7% en España para 2030, lo que generará una demanda de entre 1,4 y 1,9 millones de metros cuadrados de espacio logístico adicional durante los próximos cinco años.
En España, plataformas como Shein, AliExpress y Temu ya representan el 34% de los pedidos online, una tendencia que también se replica en otros mercados europeos como Alemania, donde su cuota de mercado se ha triplicado desde 2022.
Este auge ha ido acompañado de un cambio en los modelos de distribución: las empresas priorizan ubicaciones logísticas cercanas a los núcleos urbanos, con buena conectividad y proximidad al consumidor, para garantizar entregas el mismo día o al día siguiente. Esta tendencia responde directamente a las expectativas del consumidor: en 2024, el 70% esperaba entregas en 24 horas y el 76% contaba con tener el servicio de devoluciones gratuito.
Por otra parte, el informe hace referencia también al debate en torno a la posible revisión o eliminación de los umbrales de minimis (límites de valor por debajo de los cuales las mercancías importadas pueden entrar en un país sin estar sujetas a derechos de aduana o impuestos) que está generando cambios anticipados en la logística del comercio electrónico. Plataformas como Shein, Temu o TikTok Shop, que dependen de modelos "built-to-order" con envíos aéreos rápidos, ya están adaptando sus cadenas de suministro ante este posible cambio regulatorio.
Aunque este tipo de importaciones representa una pequeña parte del total, eliminar estas exenciones podría llevar a un mayor uso del transporte marítimo, plazos de entrega más largos y mayor necesidad de almacenamiento.
La sostenibilidad es otro gran factor implícito en la actividad de última milla. Las empresas de comercio electrónico y la actividad de última milla en general, buscan edificios logísticos energéticamente eficientes, el uso de las energías renovables y las operaciones neutras en carbono. Prologis impulsa la transición hacia una logística más limpia a través de su plataforma Essentials, que facilita a sus clientes la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos, incluidas las furgonetas de reparto. Además, apuesta por la eficiencia energética en sus instalaciones, incorporando paneles solares en las cubiertas y sistemas de iluminación LED de bajo consumo, contribuyendo así a reducir los costes operativos y la huella ambiental de la actividad logística.
“El comercio electrónico sigue creciendo con fuerza en Europa continental, especialmente en España, donde aún tiene un gran potencial por desarrollar. Frente a esta dinámica y a la escasez de suelo disponible, los operadores logísticos deben adaptar sus modelos para ofrecer plataformas más sostenibles y cercanas a los núcleos urbanos. El aumento de la tasa de penetración impulsa a las empresas a replantear sus cadenas de suministro para acelerar las entregas, lo que incrementa la demanda de espacios logísticos bien ubicados”, explica Cristian Oller, Head of Asset Management del Sur de Europa de Prologis.
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