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Estas bases tecnológicas que regirán el comercio están compuestas por tecnologías como la Inteligencia artificial, el Internet de las Cosas y la Big Data.
A pesar de la inestabilidad económica que atraviesa la región desde hace varios años, con la pandemia y la guerra siendo agentes desestabilizadores importantes, sectores como el retail no solo habrían experimentado una recuperación total, sino que están mostrando un potencial de crecimiento sin precedentes.
Hablamos de un crecimiento generalizado, tanto en el consumo online, como en las visitas a centros comerciales, la compra de alimentos, textiles, entre otros. Si bien España no sería el país con las mejores cifras del sector, se estima que el ingreso promedio del retail ya supera los 18,2 millardos de euros.
No se trata únicamente de una estabilización económica, sino también de un comercio minorista que está evolucionando para adaptarse a las nuevas demandas del consumidor. Estas bases digitales e inteligentes son las que dan paso a lo que se conoce como Smart Retail.
Cuando se habla del comercio minorista inteligente se hace referencia principalmente a aquellos negocios que se apoyan directamente en nuevas tecnologías para el desempeño de las actividades diarias, desde la planificación y el manejo de la mercancía, hasta las comunicaciones con el cliente y el mercadeo.
Los pilares de este paradigma minorista son la recolección y el análisis de datos, con los negocios modernos implementando una gran variedad de dispositivos y procedimientos para optimizar su operatividad.
Entre los objetivos de esta nueva estrategia se encuentran disminuir costos, incrementar la rentabilidad, agilizar el desarrollo de nuevas estrategias, simplificar la adaptación a nuevas amenazas y mejorar la experiencia del cliente.
La IA es la herramienta del momento, ayudando en áreas que van desde la creación de contenido, hasta la eliminación de tareas repetitivas. Resulta imposible limitar exactamente dónde puede usarse en el comercio minorista, sin embargo, es cada vez más común verla en la atención al cliente, campañas de mercadeo, organización de tareas, manejo de mercancía, análisis del mercado y comportamiento del cliente, y muchas más.
En áreas como la seguridad, la IA se ha ganado un lugar importante en la automatización del monitoreo, especialmente en ambientes de trabajo con un flujo irregular de personas, como pueden serlo aquellos que implementan modelos híbridos. Al ser capaz de detectar actividad sospechosa y de alertar de forma instantánea, el personal de seguridad puede mantener un mejor seguimiento de las instalaciones incluso cuando el número de personas no es consistente.
El IoT hace referencia principalmente al uso de dispositivos capaces de interconectarse a través de internet para no solo crear una experiencia sin costuras, sino también para recopilar datos en tiempo real. Esto puede incluir equipo y maquinaria, distintos tipos de control de acceso, sistemas de videovigilancia, alarmas, sensores, entre otros.
Al interconectar todas estas herramientas, la gerencia del negocio (así como departamentos especializados) gana acceso a una enorme cantidad de datos que ayudan a crear una imagen en tiempo real sobre todo lo que ocurre en la empresa, incluyendo el estado del equipo, eventos de seguridad, posibilidad de riesgos internos y externos, entre otros.
Si bien toda esta información es imprescindible, la realidad es que la cantidad de datos en bruto no tendrá ningún uso si no se procesa adecuadamente. Es por eso que los comercios también invierten en herramientas de Big Data para acelerar el procesamiento de dichos datos, siendo posible interpretarlos y ponerlos en uso de forma veloz.
Si bien el comercio electrónico digital e inteligente ya es una realidad para muchas empresas, son todavía demasiados comerciantes los que no cuentan con acceso a la mayoría de las herramientas necesarias para dar este paso. No se trata únicamente de un presupuesto limitado, sino también de una carencia de innovación tecnológica a nivel nacional.
Mientras que buena parte de las herramientas son sumamente costosas y accesibles únicamente para quienes cuenten con proveedores especializados, las más fáciles de conseguir pueden carecer de funciones esenciales, y requerir de un acompañamiento importante para su adecuada instalación y configuración.
Es indudable que el futuro del comercio minorista se basa en herramientas digitales e inteligentes, sin embargo, su implementación sigue estando limitada por una amplia gama de variables.